sábado

Destino


Hacía apenas dos horas que habíamos partido cuando el carruaje paró en seco. Tras el sobresalto inicial mi padre nos dijo que nos quedásemos allí quietas y calladas mientras él averiguaba qué había pasado. Acto seguido, bajó del carruaje.

Para tranquilizarme, mamá me dijo que seguramente habría algún problema con los caballos o con el eje, que quedaría solucionado en unos minutos. No había terminado de pronunciar la última sílaba cuando empezamos a oír gemidos y lamentos en el exterior. Sonidos de dolor y muerte sin duda. Estaba aterrorizada pero aún así aguzaba el oído intentando distinguir la voz de mi padre aunque realmente deseaba no oírle. Finalmente, y para mi absoluto terror, distinguí sus gritos.

Mi madre no pudo retenerme y salté del carruaje buscándolo. Lo que mis ojos vieron al abrir la puerta me dejó paralizada. Por todas partes podían verse los cuerpos asesinados, mutilados, de nuestro séquito y escolta. A mi alrededor, criaturas extrañas, demoníacas seguían cortando y arrancando aún sin que un ápice de vida quedara en los cadáveres. Y justo enfrente de mi, la escena que tenía lugar quedaría grabada en mis retinas para siempre.

Mi padre, con una rodilla en el suelo, gritaba con todas sus fuerzas uno de sus hechizos. Intentaba defenderse del ser que tenía delante. No pude distinguirle muy bien pues en el momento en que intenté mirarle, algo en la voz de mi padre se quebró. Sus brazos quedaron inertes y su rostro perdió toda expresión, toda concentración y el hechizo que invocaba quedó en suspenso.

Ahora comprendo lo que vi, pero entonces solamente pude describirlo de una forma: vi como la vida dejaba el cuerpo de mi padre como si de humo se tratara. Cada exhalación mermaba sus fuerzas, hundía sus ojos y apagaba su mirada. Murió irremediablemente. Podría jurar que vio su alma alejarse y finalmente cayó hacia delante como un muñeco de arena.

Seguía paralizada mirando el cuerpo de mi padre cuando la más horrible de la sensaciones invadió todo mi cuerpo. Noté frío, mucho frío. Los brazos y las piernas empezaban a pesarme. Los ojos se me cerraban y quise sentarme y descansar. 
De repente, la sensación desapareció tan rápido cómo había venido. Levanté la cabeza y supliqué quedarme ciega y sorda para no poder presenciar lo que estaba ocurriendo. Vi una estela azulada pasar corriendo a mi lado y la cara de mi madre mirándome, un solo instante y una palabra en sus labios: "Huye!!"

2 comentarios:

  1. Lo único que no me cuadra es lo de "criaturas demoníacasa". El demonio es un concepto cristiano. Pero tampoco encuento una palabra que lo sustituya :( Jo

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  2. En el rol existen demonios, demonios venidos de otros planos (o realidades) controlados por los magos oscuros, nigromantes y brujos. Desgraciadamente están ahí y son muy chungos de matar XDD

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Hola a todos, me llamo Laura y este blog es un intento de despejar mi mente y darle una perspectiva a esta guerrera llamada Niyarah. Niy...